Proyecto de Integración con la Comunidad Wichí: Testimonios

sábado, 28 de agosto de 2010

Agregamos una nueva pestaña, con los testimonios de varios de los integrantes del grupo que realizó el proyecto. Para leer, y compartir el corazón.
Que los disfruten.

Un Corazón...

Un corazón abanderado de la esperanza, en un mundo que se presenta en estado desesperante.
Un corazón mensajero de fe, en una sociedad que parece resignada al ateísmo.
Un corazón que se comprometa de manera vital con sus contemporáneos.
Un corazón que esté habitado por el espíritu de la verdad, e inspire e irradie esa influencia a su alrededor.
Un corazón sin fronteras que mantenga atentos su voz y sus oídos al clamor de los demás.
Un corazón sin fronteras que tenga la mirada siempre alerta
al dolor que descubre.
Un corazón que sienta como propio el sufrimiento que lo rodea
porque lleva la voz de los humildes.
Un corazón sin fronteras.
Y no hablo de las fronteras que separan a un país de otro. No.
A esas fronteras las podemos pasar fácilmente.
Pero hay otras, hay otras fronteras
que ni siquiera sabemos que existen.

...sin Fronteras

Hay otras. Hay otras fronteras en las que nuestro corazón inexplicablemente se detiene.

Porque la pobreza
es una frontera.
La ignorancia es una frontera.
El egoísmo es una frontera.
El color de la piel
es una frontera.
Las creencias diferentes
son fronteras.
La indiferencia es una frontera.

La vejez es una frontera.
La enfermedad es una frontera.
La injusticia es una frontera.
Los privilegios son una frontera.
El miedo es una frontera.
La insensibilidad es una frontera.

La desidia es una frontera.
La violencia es una frontera.
La mentira es una frontera.
El odio es una frontera.
El fanatismo es una frontera.
Toda discriminación
es una frontera

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sábado, 28 de agosto de 2010

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